Montevideo Cómics 2010 - Zombies, peluches y ojos anfibios

De a poco me voy recuperando del traqueteo del fin de semana pasado -por lo que conversé con otros amigos, todos terminamos más o menos igual- y de a poco voy retomando mis actividades en MVD1138, que luego de cumplir 2 años renovó su imagen. Espero que les guste.

Para mí esta edición de Montevideo Cómics significó un antes y un después ya que tuve que abandonar mi rol de friki-espectador, para convertirme en friki-presentador de charlas. Mi amigo Rodolfo ya me lo había advertido, "mirá que cuando estés allá abajo con las charlas, olvidate del resto de la convención". Dicho y hecho, sólo salía de la gélida Sala de Conferencias para ir al baño y alguna cosa más, pero como dice el refrán, sarna con gusto no pica.

• El lado bueno de las cosas: un servidor junto a Ariel Olivetti,
Peter David y Lisando (el traductor de emergencia).

Mientras recupero mis poderes (y mi salud), de a poco voy a preparar material propio sobre todo lo que se vivió antes y después de la 8va. Montevideo Cómics, hasta entonces les dejo esta nota de prensa:


BÚSQUEDA - Jueves 20 de mayo de 2010 - Pág. 39

Zombies, peluches y ojos anfibios.
• Por Laura Gandolfo.

Es domingo, son las 5 de la tarde y en la puerta del ex Cine Plaza muchos jóvenes –más de los que suelen juntarse en Montevideo- se agolpan para entrar, ante la atenta mirada de los porteros trajeados. Basta traspasar la puerta para toparse con una figura llamativa. Se llama Daiana Ramos y se la ve altísima sobre unas sandalias con plataformas transparentes, rodeada de plumas y con un traje blanco y rosado que deja el ombligo al aire sobre un abdomen perfecto. Ella, como otras personas que llevaban disfraz lograron con esto abaratar la entrada ($ 110 en lugar de $ 190) el sábado 15 y domingo 16 en la octava edición de la Convención de Historietas y Animación Montevideo Cómics.

Con peluca rubia y apenas 20 años Daiana está vestida como el personaje Angewomon de la serie “Digimon”, que ella miraba cuando era chica por la televisión abierta. “Es la serie que hace que te empiece a gustar todo esto, además de Pokemon y Sailor Moon”, explica sonriente y amable. El personaje que encarna es una especie de ángel protector de una niña. En la vida real, Daiana estudia diseño de modas en una academia privada. Cuando termina de decir lo que tenía para decir, el ángel montevideano agradece y se para enseguida contra la pared para recibir a los que se acercan cámara digital o celular en mano para sacarse una foto con ella.

• Angewomon.

En el hall del complejo de salas se entra en un mundo paralelo donde se cruzan las cosas más raras. En esos dos días, queda afuera el paro sorpresivo de ómnibus, la Montevideo gris que rumbea hacia el invierno y el Día de la Madre. En el Plaza se ve color y creatividad en trajes complicados que llevan hasta cuatro meses de elaboración hechos con buenas telas y diseños, espadas de cartón gigantes y sobrecargadas, galeras de cartulina y orejas, muchas orejas pequeñas: de duende, de osito, de Bambi, de seres imaginarios. Aunque la mayoría son personajes del manga y el animé japonés, en lo que se conoce como cosplay (costume play), algunos apuestan a lo clásico y se visten de Batman o de Paturuzú. Una familia completa se caracterizó como los Cazafantasmas. Otros lo resolvieron fácil, como el que se puso una campera con capucha de borde con piel y un perrito de peluche cosido en la coronilla.


Tormenta

En el baño de damas otra chica con falso pelo plateado se mira al espejo para maquillarse mientras habla mucho y fuerte. En el piso está sentada otra, más joven aun, calzándose las botas de su disfraz. La primera lleva un catsuit plateado, laminado, ceñido al cuerpo, interpretando a Tormenta, de los X-Men, en la versión de fines de los ’80 y principios de los ’90, “que para mí es la más representativa”, explica esta empleada de call center que prefiere reservar su nombre. La que yace en el piso es una estudiante de la Escuela de Cine del Uruguay y está haciendo un documental para sus cursos. La Mujer X tiene 27 años y los ojos plateado aguachento, extraño. “Mi hermano anda por ahí, de zombie”, comenta excitada. Además de trabajar, Tormenta entrena salto con garrocha y hace “campañas por los derechos de los animales”, dice vehemente y con voz muy fina. “Pero llega mayo y noviembre (Continuará…) y todo lo demás se queda del otro lado”. Tormenta es vegetariana desde los 21. “Vino de la mano de la educación que recibí en casa. Un día dije: esto que hago siempre quiero hacerlo con otras personas. Lo mismo que esto: todas estas pavadas que hago en mi casa voy a hacerlas con otras personas. Porque en mi familia somos todos de disfrazarnos y hacer payasadas. Siempre nos dejaron ser libres y hacer lo que nos parecía del mundo y punto.

• Tormenta. Foto de Hiedra Venenosa.

La X Woman quiere salir del baño para mostrar su producción. El catsuit lo pidió por Internet y lo arregló de acuerdo a su cuerpo, igual que los lentes de contacto que dan esa mirada anfibia. “Las plataformas también las pedí. Dije: quiero algo que refleje mi personalidad, es como que ellos te imprimen un poco de ellos y vos les imprimís un poco de vos: los personajes te van a moldear durante los dos días que dura la convención”. Afuera la espera su novio, pelado y en silla de ruedas. No, no es paralítico, pero está interpretando al mutante Charles Xavier, fundador y líder de los X-Men que posee grandes poderes telepáticos.


Solo para menores

Casi 4.000 personas visitaron la Convención este año, la misma cantidad que en 2009. “Cosa que nos deja igualmente contentos ya que probamos que a pesar del paro sorpresivo y del Día de la Madre, la Convención tiene una resistencia particular”, dijo Matías Castro, director de contenidos de la convención.

Puntos altos de esta edición fueron las charlas de dos realizadores de renombre y nutrida carrera: el argentino Horacio Altuna y el estadounidense Peter David, guionista de la serie “Hulk” y de historietas de “Los 4 Fantásticos” y “El Hombre Araña”. Castro dijo que la diferencia principal respecto del año pasado es que se logró utilizar en encuentro “para seguir otros planes que no estaban tan a la vista del público”. Por un lado estuvo la Mesa de Negocios, en la que los dibujantes y personas con proyectos tuvieron una instancia tranquila y relajada para encontrarse con empresas de animación, videojuegos y editores. Y por otra parte se entabló un nexo fuerte con historietistas del interior del país que conformaron un grupo proveniente de varios departamentos que pudo asistir a un taller especial sobre guión e incluso vender revistas de factura propia.

• Horacio Altuna. Foto de Andal13.

Con los años fue tomando mayor peso la presencia de la animación, este año con charlas de profesionales vinculados al conglomerado Proanima, como Pepi Goncálvez y Gonzalo Frasca y stands de Animation Campus, Animation Gym y Powerful Robot Games.

Esta edición de Montevideo Cómics reafirmó su fuerte perfil en el mundo del disfraz y de los juegos de rol y Magic. Logró ser un disfrute para la gente menor de 30 años. Fue algo tortuosa para los mayores de 30 que ya empiezan a apretar los dientes por el volumen de la música ambiente y el audio de los cortos proyectados. Y fue una atracción visual y lúdica para los más chicos que se toparon con personajes salidos de unos cuentos que ni se imaginaban.